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Bøker i Teatro-serien

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  • av Mariano Jose de Larra
    173,-

    Mariano José de Larra (Madrid, 1809-Madrid, 1837), España.Hijo de un médico del ejército francés, en 1813 tuvo que huir con su familia a ese país tras la retirada de las fuerzas bonapartistas expulsadas de la península. Como dato sorprendente cabe decir que a su regreso a España apenas hablaba castellano. Estudió en el colegio de los escolapios de Madrid, después con los jesuitas y más tarde derecho en Valladolid. Siendo muy joven se enamoró de una amante de su padre y este incidente marcó su vida. En 1829 se casó con Josefa Wetoret, la unión resultó también un fracaso.Las relaciones adúlteras que mantuvo con Dolores Armijo se reflejan en el drama Macías (1834) y en la novela histórica El doncel de don Enrique el Doliente (1834), inspiradas en la leyenda de un trovador medieval ejecutado por el marido de su amante. Trabajó, además, en los periódicos El Español, El Redactor General y El Mundo y se interesó por la política.Aunque fue diputado, no ocupó su escaño debido a la disolución de las Cortes. Larra se suicidó el 13 de febrero de 1837, tras un encuentro con Dolores Armijo.

  • av Pedro Calderon de la Barca
    173,-

    El cordero de Isaias pertenece al ciclo de autos sacramentales escritos por Calderon de la Barca. Fragmento de la obraActo nico(Dentro, ruido de terremoto, y despus de las primeras voces salen por una parte Candaces Reina de Etiopia, y por otra Behomud, vestido a lo indio.)Unos: Qu asombro!Otros: Qu confusin!Otros: Qu sobresalto!Otros: Qu pena!Otros: Qu angustia!Todos: Cielos, piedad!Los dos: Clemencia, cielos, clemencia!(Salen los dos.)Behomud: Dnde, divina Candaces, 5vas tan velozmente ciega?Candaces: Dnde quieres, oh Behomud!que vaya, cuando no dejael pavor del terremotoeleccin para la senda, 10sino a guarecerme -si esque contra el cielo hay defensa-,de las ruinas del poblado,al pramo de las selvas?Y ya que en ellas te encuentro, 15quiz con la causa mesma,donde el jurado motnde la intempestiva guerrade elementos, ya que nofirma paces, nos da treguas 20para discurrir, pues eres,sobre ser la confidenciade mis imperios, humanoorculo de sus ciencias,dime, qu natural causa 25puede ser la que a la mediatarde anticipe la noche,las cristalinas vidrierasde sus azules cortinas,corridas de nubes negras, 30que obligan al pueblo a que,baado en lgrimas tiernas,msica de Dios el llanto,repita en voces diversas?

  • av Agustin Moreto y Cabana
    166,-

    En esta pieza Agustin Moreto y Cabana relata la historia de Santa Rosa del Peru, quien vistio en 1606 el habito de Terciaria Dominica y se recluyo en una cabana. Llevaba sobre la cabeza una cinta de plata, cuyo interior era una corona de espinas. Su amor a Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de El, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendia. Durante quince anos sufrio la persecucion de sus amigos y conocidos, mientras su alma se sumia en la mas profunda desolacion espiritual. El demonio la molestaba con violentas tentaciones y el unico consejo que supieron darle aquellos a quienes consulto fue que comiese y descansase. Mas tarde, una comision de sacerdotes y medicos la examino y dictamino que sus experiencias eran sobrenaturales. Rosa paso los tres ultimos anos de su vida en la casa de don Gonzalo de Massa, cuya esposa le tenia particular carino. Durante la enfermedad que precedio a su muerte, rezaba: "e;Senor, aumentame los sufrimientos, pero aumentame en la misma medida tu amor"e;. Murio el 24 de agosto de 1617, a los treinta y un anos de edad.

  • av Angel Saavedra Duque De Rivas
    158,-

    Ángel Saavedra. Duque de Rivas (Córdoba, 1791-Madrid, 1865). España.Luchó contra los franceses en la guerra de independencia y más tarde contra el absolutismo de Fernando VII, por lo que tuvo que exiliarse a Malta en 1823. Durante su exilio leyó obras de William Shakespeare, Walter Scott y Lord Byron y se adscribió a la corriente romántica con los poemas El desterrado y El sueño del proscrito (1824), y El faro de Malta (1828).Regresó a España tras la muerte de Fernando VII heredando títulos y fortuna. Fue, además, embajador en Nápoles y Francia.

  • av Angel Saavedra Duque De Rivas
    166,-

  • av Eusebio Vela Garcia
    166,-

    La perdida de Espana fue escrita por Eusebio Vela en Mexico en 1733, y relata la leyenda de Florinda la Cava, el rey Rodrigo y la invasion musulmana de Espana.

  • av Felix Lope de Vega y Carpio
    147,-

    !Ay, verdades, que en amor...! Felix Lope de Vega y CarpioFragmento de la obraJornada primera(Salen Celia e Ins, con mantos. Don Juan y Martn.)Celia: Porfiar no es cortesa,y ms con una mujer. Juan: Cundo ha sido agravio el verni el rogar descortesa?Porque pedir luz al da,oro al Sol, plata a la Luna,cundo fue culpa ninguna?Celia: Culpa es grande porfiarel que no puede alcanzarlo que siguiendo importuna. Juan: Csar no hubiera llegadoal imperio si no hubieraporfiado, ni tuvieradel mundo el cetro envidiado. De Troya se vio vengadoporfiando Agamenn,y pudo Pigmalenvolver un mrmol mujer,y el campo del mar rompercon lienzo y tablas Jasn.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    219,-

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    En Entre bobos anda el juego Francisco de Rojas Zorrilla presenta a Isabel camino de Toledo, donde la espera su futuro marido, el extravagante don Lucas. Don Pedro, discreto primo de este, reconoce en ella a cierta dama. De noche, en un meson encuentran a don Luis, pretendiente frustrado de Isabel, a Alfonsa, ridicula hermana de don Lucas, y a don Antonio, padre de Isabel. Deshechos los malentendidos, Lucas acepta que Isabel se case con don Pedro y Alfonsa con don Luis. Entre bobos anda el juego es el modelo supremo de la "e;comedia de figurn"e;: la caricatura del provinciano grotesco que aspira a una promocin social mediante un matrimonio que piensa alcanzar por su riqueza.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    La traicion busca el castigo. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Sale Mojicn huyendo de don Andrs, vestidos de soldados.)Don Andrs: O me tenis por menguado,o os parezco muy sufrido,hermano, os he recibidopor consejero o criado?Mojicn: Que agradezcas es raznque te he aconsejado bien. Don Andrs: Por qu ha de querer tambindiscurrir un berganton?Mojicn: Si moralic lealya te dejo tu albedro. Don Andrs: Moral me sois, hijo mo?A Granada a ser moral. Mojicn: Conmigo eres un Nern. Don Andrs: Idos. Mojicn: Que aquesto has de hacer?Don Andrs: Por ser Nern queris sermi Sneca, picarn?No os vais?Mojicn: No ests temerario. Don Andrs: Esto he de elegir por medio. Mojicn: No hay remedio?Don Andrs: No hay remedio. Mojicn: Pues cuenta, y venga el salario. Don Andrs: Pues que siempre obedeccuanto habis aconsejado,yo he sido vuestro criado,pagdmelo vos a m. Mojicn: Pues si airado y temerariodices que no has de pagar,vive Dios que he de cobraren consejos mi salario. Don Andrs: Pues yo no me he de burlarsi ms consejos dais vos,y os juro tambin a Diosque no os tengo de pagar.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    181,-

    Lo que queria ver el marques de Villena. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Salen el licenciado Cetina y estudiantes castellanos viejos, con espadas y broqueles, de noche.)Cetina: Vtor el dotor Bermdez!Estudiante I: Vtor Campos!Estudiante II: Vtor Campos!Estudiante III: Campos Vtor!Todos: Tor, vtor!Cetina: Vtor Ayllon!Estudiante I: Lugarazoes de Castilla la Vieja;de mal vino, pero caro. Estudiante II: Linda noche. Cetina: En Salamanca,y en invierno, de milagrohace buena noche. Estudiante III Y mspara quien no tiene lado. Voces (Dentro.): Vtor Mancha!Estudiante II: Mancha vtor!Cetina: Seores, por el Mercadoviene la Mancha. Estudiante II: A ajos huele. Estudiante I: Y a vino tinto. Cetina: Y no malo. Voces (Dentro.): Vtor san Clemente!Estudiante I: Este erael que ola. Todos: Vtor Campos!Cetina: Vtor Madrid!Estudiante II: Madrid no esMancha. Cetina: Seor Licenciado,aqu en Salamanca es Manchadesde Guadarrama abajo. Vtor Bermdez!Todos: Bermdezrevtor!Cetina: Ya hemos llegadoa su ventana. Todos: Tor! tor!Cetina: Quedo, que si no me engao,nuestro opositor pareceque a aquel balcn se ha asomado.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    Lo que son las mujeres es un auto sacramental de Francisco de Rojas Zorrilla. Fragmento de la obraJornada primera(Salen Serafina y Rafaela.)Serafina: Llvenla luego a un convento,no ha de estar en casa una hora. Rafaela: Yo te confieso, Seora,que es justo tu sentimiento;pero aunque es doa Mateacon los hombres tan humana,es, en efecto, tu hermana. Serafina: Enamoradita y fea?Qu es esto?Rafaela: Templanza ten. Serafina; No quieres t que me asombresi en la vida ha visto hombre,que no le parezca bien?el chico, por lo donoso;el grande, por lo entallado;el puerco, por descuidado;el limpio, por cuidadoso;porque guarda, el miserable;por arrojado, al valiente;al que habla, por elocuente;al que calla, por loable:al cobarde, por templado;al hablador, por chistosoal tibio, por vergonzoso;por discreto, al mesurado;al vano, por presuncin;por constante, al importuno;Jams ha visto hombre algunoque no le cobre aficin. Pues en un convento veasu humanidad reprimida. Rafaela: SeoraSerafina: No vi en mi vidamas malas gracias de fea;lindas partes de adoradatiene mi tal hermanita;segundita, pobrecita,feita y enamorada;en un convento, es notorioque templar este deseo.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    Los aspides de Cleopatra. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Salen Irene y Lpido.)Irene: Cansado, Lpido, ests. Lpido: Irene, tngote amor. Irene: No te hiela mi rigor?Lpido: Desdenes encienden ms. Irene: Y los desaires?Lpido: Tambin. Irene: Confisote que es verdad,que a una grande voluntadla da sazn un desdn;si cae sobre amor, yo sientoque es el desaire donaire,mas no si cae el desairesobre un aborrecimiento. Y as pues tu engao ignoraque tu amor aborreclo que te encendi hasta aqute puede helar desde ahora. Lpido: Pues ya que saber merezcoque no me quieresIrene: Detn;no es que no te quiero bien. Lpido: Pues di, qu es?Irene: Que te aborrezco. Lpido: Ese extremo no es igual?Irene: Diferente viene a ser:una cosa es no querer,y es otra querer muy mal. Lpido: Y, en fin, me dices aquIrene Ya tu odo lo escuch. Lpido: Que no me has querido. Irene: No. Lpido: Y que me aborreces?Irene: S. Lpido: Con la amorosa pasinno pensarn mis agraviosque lo que hablaban tus labiosdictaba tu corazn. Mas la causa he de saberpor qu aborreces mi nombre.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    No hay amigo para amigo. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Salen don Luis, galn, y Fernando, su criado.)Don Luis: Buena maana!Fernando: Extremada!nunca ha salido el auroratan hermosa como ahora. Don Luis: Por quFernando: No viene afeitada:ya se quit el negro manto,y ya no sale llorosa,Don Luis: Si quiere estar ms hermosadila que no deje el llanto. Fernando: No lo entiendo. Don Luis: Fcil eslo que en tu duda prefieres;si experimentarlo quierescuando enamorado ests,enjate con tu dama,y si llora tu rigor,mas que te llame su amorsu propio llanto te llama;que en tu retiro violentoy en tu repetido afn,cada lgrima es imndel yerro del sentimiento. Fernando: Saber quiero en conclusin,por qu en celos y amor tanto,se cree mejor al llantoque se cree a la razn?Don Luis: Con una evidencia admirala respuesta en puridad;el alma es una verdad,y el cuerpo es una mentira. l se ve, y ella, invisible,se deja amar, mas no ver,l falible puede ser,y ella ha de ser infalible. De manera, que en tal calma,aunque obligue otra pasin,como las lgrimas sonla retrica del alma,y en dos lneas o mitadeshabla en corrientes conceptosel alma a aquellos efectosque es fuerza que sean verdades. La lengua puede moversede amor, fingiendo el encanto,mas no cuando quiere el llantopuede a los ojos verterse. Luego si distingo yoque entre el dudar y el sentirsuele la lengua fingir,y nunca el llanto fingi,quin podr, aunque tenga enojos,dejar con indigna menguapor las dudas de la lengualas verdades de los ojos?Fernando Ya que al Prado hemos salido,con no ser hora de prado;y ya que el templo has dejadodonde estabas retrado,de San Jernimo, quierosaber cul la causa esde que tan confuso ests,tan suspenso y tan severo. Por qu andas asombrado?don Luis, qu te ha sucedido?Qu censo se te ha cumplido?Qu comeda te han silbado?Es, dime, Estrella tu dama?Estrella, digo, Seor,la que de tu vivo amorvuelve a habilitar la llama?Acaso la has encontradoo es que en este campo est?Dime, sabe Estrella yaque de Flandes has llegadoy que retrado esperas,porque con valor y suertea don Flix diste muerteantes que a Flandes te fueras?dime, ha de venir aqu?un mes no ha que has venido,y a tu tristeza rendidovives solamente en ti. Mas si acaso te molestalo que preguntado veo,recompense mi deseosiquiera con tu respuesta.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    No hay ser padre siendo rey. Francisco de Rojas ZorrillaJornada primera(Salen el Rey y acompaamiento, con memoriales, el Duque, Alejandro y Rugero, hijos del Rey.)Rey: Una silla me llegad;la gota me trae sin mRugero: La silla tienes aqu Alejandro: Sintese tu majestad. Rey: (Aparte.) (Para males tan prolijos,que a mis dos brazos iguala,dos bculos me sealami vejez en mis dos hijos. Bien que impropio se desmienteentre los dos mi retrato,pues ste tiene de ingratolo que estotro de obediente. Reirle pienso otra vez,pues ser buena ocasin.)Hijos, paciencia, stas sonpensiones de la vejez. (Sintase.)Rugero: (Aparte.) (Que el Rey me estorbase asAlejandro: (Aparte.) (Que ahora el Rey me estorbase!)Rugero: (Aparte.) (Que esto sufra!)Alejandro: (Aparte.) (Que esto pase!)Rugero: (Aparte.) (Pero saldremos de aqu)(Llegue el Duque por un lado a hablar al Rey.)Duque: Seor?Rey: Qu decs?Duque: Mirad,que han reido en este instanteel Prncipe y el Infante. Rey: Ya lo s, Duque, callad. Duque: Porque remediis lo digola causa de tantos males. Rey: Ya os entiendo; memoriales;no quede nadie conmigo. (Vayan dando memoriales, y hace que se va Rugero.)Rugero: Voime, pues vengarme espero. Alejandro: La defensa es natural. (Vase.)Duque Yo cumpl con ser leal. (Vase.)Rey Esperad; no os vais, Rugero. Rugero (Aparte.) (Hay tal vejez! Vive DiosQue esto consiento!, esto escucho!)Qu mandis?Rey Yo tengo mucho,Prncipe, que hablar con vos. Rugero Obedeceros intento. (Aparte.) (Largo ha de ser el sermn.)Rey (Aparte.) (Dios temple su condicin.)Estadme, Rugero, atento. Seis aos pienso que harque mi esposa y madre vuestraa ser mejor cortesanase parti a mayor esfera,dejando a este reino tristela admiracin ms suspensa,la imaginacin con ojos,y la emulacin sin lengua;y a m con ser quien la pierde,consolado, que es violenciaculpar, siendo oficio suyo,a la muerte lo que lleva,puesto que nos da de graciatodo aquello que nos deja. Decs que estoy ya muy viejo(decs muy bien) y que fuerarazn que aquesta coronapusiera en vuestra cabeza. Esto ha de salir de mque el gobierno y la grandezano consiste en procurarla,sino solo en merecerla. Sabis a lo que se exponeel que un imperio gobierna?No hay cosa bien hecha en lque a los suyos lo parezca:Si es justo, cruel le llaman;si es piadoso, le desprecian;prdigo, si es liberal;avaro, si se refrena;si es pacfico, es cobarde;disoluto, si se alegra;hipcrita, si es modesto;es fcil, si se aconseja. Pues si la virtud no bastaal que la virtud conservavos, todo entregado al ocio,al apetito y torpeza,mal podris vivir buen reysi aun ser bueno no aprovecha.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    Peligrar en los remedios. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Salen Violante y Celia.)Celia: Deja ese llanto, Violante,y mira que no es raznquitrsele al coraznpara drsele al semblante. No te convenza el dolor,y guarda en estos desvelosel sentir para los celos,pero no para el amor. Mira que es accin erradaponer a riesgo tu vida;Qu has de hacer aborrecidasi ests llorando adorada?Violante: Aunque tu celo procuraatajarme esta pasin,tienen muy antigua uninla desdicha y la hermosura. Mas solo porque no ignoreslo que en mi dolor previenes,yo estoy deseando desdenescomo otras damas favores. Nadie me ve, oh Celia bella,que en mi fuego no se apura,o ya lo haga mi hermosurao lo disponga mi estrella. De cuatro a un tiempo queriday de uno solo pagada,traigo la pasin turbaday temerosa la vida. Difcil asalto emprendenal muro del corazn;oye, y te dir quin sonlos cuatro que me pretenden. El Rey mi favor deseacon ms cauteloso ardor,y a su batalla de amores mi recato trinchea. Carlos, su hermano, el Infante,es a quien adoro yo,no solo obligada, no,sino rendida y amante,roca a la fuerza del hado,pues yeme lo que digo:Carlos tiene un grande amigoy el Rey tiene mi gran privado. El privado, poco atentoa las rdenes del Rey,hace de su afecto leyy amor de su pensamiento,como inadvertido ignoraque el Rey me adora y estima,y el Rey su esperanza animay el vasallo su amor llora;y sin ser comunicadoentre los dos este amor,ni es el vasallo traidorni el Rey tampoco injuriado.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    181,-

    Progne y Filomena. Francisco de Rojas ZorrillaFragmento de la obraJornada primera(Sale Filomena llorando y Hiplito.)Hiplito: Deja el llanto, Filomena,que si es alivio, es rigorque por templar un dolorme causes a mi una pena. Los ojos tuyos serena,no los quiera tu piedadaplaudir con vanidadde cielos en tus desvelos,que para ver que son cielosles sobra la tempestad. No bien destilado exhalesaljfar de ms valor:si el llanto es seal de amor,no derrames las seales;comuncame tus males,sea el dolor repartido,al paso que fue sentido;y si con fuego velozhiere tu pena a mi voz,hiera tu voz a mi odo. Cuando a los ojos prefierestanto dolor reprimido,Lloras porque me has queridoo lloras porque me quieres?que es condicin de mujeresno ser constantes infiero,yo, pues que a tus rayos muero,una pregunto y mil veces,Lloras porque me aborreces,o por quFilomena: Porque te quiero;Cmo, di, puedes dudarlo que en mi llegas a ver?Quin llora de aborrecer,y quin no llora de amar?tu sospecha he de culpar,y que propongas me espantotanta duda, dolor tantoen quien llora y quien suspira;porque el odo arguye ira,y el amor supone llanto.

  • av Francisco de Rojas Zorrilla
    173,-

    Sin honra no hay amistad. Francisco de Rojas Zorrilla Fragmento de la obraJornada primera(Sale don Antonio, de estudiante.)Don Antonio: Fuente clara, imagen frade mi triste elevacin,cristalina imitacinde toda la pena ma,templa, vence la osadacon que te vas a perder,no se quiera parecertu raudal a mi sentir,pues ya empiezas a moriry no acabas de nacer. Ese tu curso violentono es conforme a mi rigor,pues naciendo mi dolor,nunca muere mi tormentofuente, este mal que yo sientotanto se apresta inmortalen mi deshonor, y talme ayudaba a vivir esquivo,que todo el tiempo que vivoes porque vive mi mal. Cuando hay ponzoa admitidaen un infeliz amor,la violencia del dolores triaca de la vida,y a tu corriente perdidala vuelves a reducir,t y mi mal he de argirque no os podis parecer,pues mueres para nacery l nace para vivir.

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

    Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (1581-1639). México.Nació en México y vivió gran parte de su vida en España. Era hijo de Pedro Ruiz de Alarcón y Leonor de Mendoza, ambos con antepasados de la nobleza. Estudió abogacía en la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de México y a comienzos del siglo xvii viajó a España donde obtuvo el título de bachiller de cánones en la Universidad de Salamanca. Ejerció como abogado en Sevilla (1606) y regresó a México a terminar sus estudios de leyes en 1608.En 1614 volvió otra vez a España y trabajó como relator del Consejo de Indias. Era deforme (jorobado de pecho y espalda) por lo que fue objeto de numerosas burlas de escritores contemporáneos como Francisco de Quevedo, que lo llamaba «corcovilla», Félix Lope de Vega y Pedro Calderón de la Barca.

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

    Don Mendo, doña Ana, Beltrán y el Conde aparecen en otras obras de Ruiz de Alarcón como La prueba de las promesas, El examen de maridos, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, Ganar amigos y Las paredes oyen.

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    196,-

    Las paredes oyen es una expresión procedente de la Francia de la segunda mitad del siglo XVI. Segun cuenta la historia, Catalina de Médicis hizo construir conductos acústicos en las paredes de sus palacios, para oír lo que se hablaba en las otras habitaciones y así saber si se conspiraba en su contra. Esta pieza homónima cuestiona la mentira patológica y la maledicencia compulsiva del personaje de don Juan, quien para conquistar a Ana pretende injuriarla. Mientras, el virtuoso don Mendo en quien algunos han visto al propio autor, observa despechado los acontecimientos. Don Mendo, doña Ana, Beltrán y el Conde aparecen en otras obras de Ruiz de Alarcón como La prueba de las promesas, El examen de maridos, El tejedor de Segovia, Los pechos privilegiados, Ganar amigos y La verdad sospechosa. La comedia tiene un trasfondo astrológico. Los planetas y signos evocados en el texto marcan un entorno mitológico y celestial regido por la Fortuna.

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

  • av Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza
    173,-

  • av Mariano Jose de Larra
    164,-

  • av Pedro Calderon de la Barca
    173,-

    Con quien vengo vengo. Pedro Calderon de la Barca Jornada primera(Salen doa Lisarda y doa Leonor asidas de un papel.)Leonor: No le has de ver. Lisarda: Es en vanodefenderle ya. Leonor: Resueltaestoy antes a hacerLisarda: Suelta. Leonor: un exceso en l villano. Lisarda: Ya el papel est en mi mano. Cmo has de excusarte agorade que le vea?Leonor: Seora,hermana, Lisarda, advierteLisarda: Esto ha de ser de esta suerte. Leonor: Quin mis desdichas ignora?

  • av Pedro Calderon de la Barca
    173,-

    Darlo todo y no dar nada. Pedro Calderon de la Barca Jornada primeraSuenan por una parte cajas, y por otras instrumentos msicos, y mientras dicen los primeros versos, sale Digenes, viejo venerable, vestido pobremente, con una botija de barro en la mano. Unos: (Dentro.) El grande Alejandro vivaMsica: Viva el gran Prncipe nuestroUnos: cuyos laurosMsica: cuyos triunfosUnos: siempre invictosMsica: siempre excelsosUnos: a voces van diciendoMsica: que a su imperio le viene el mundoestrecho. Todos: pues todo el mundo es lnea de su imperio. Alejandro: (Dentro.) Haga el ejrcito altoen estos campos amenos,a vista de Atenas, griegapatria de ciencias e ingenios. Uno: (Dentro.) Haga repetida salvala msica, confundiendoen instrumentos sonorosmilitares instrumentos.

  • av Pedro Calderon de la Barca
    143,-

    La piel de Gedeon es un auto sacramental de Calderon de la Barca. Fragmento de la obraActo nico(Suenan en un carro cajas y trompetas y en otro instrumentos de msica, y dicen a una parte Madin y a otra Amalec sus versos representados, a tiempo que la tropa responde con los suyos cantando.)Madin: Muera esta infame canallaingrata a su Dios, y injusta!Msica: Misericordia, Seor!,de ella con nosotros usa.Amalec: Mueran estos viles!Todos: Mueran! 5Msica: Vivan las clemencias tuyas!Todos: Arma, arma!Msica: Piedad, piedad!Madin: Y sin valerles la fuga Msica: Y sin faltarnos tu amor Todos: mata, y hiere!Msica: vive, y triunfa! 10Todos: Arma, arma!

  • av Pedro Calderon de la Barca
    106,-

    Loa a el divino Orfeo es un auto sacramental de Calderon de la Barca. Fragmento de la obraActo nico(Salen los Msicos y, oyendo lo que cantan el Placer, vestido de villano.)Msica: Ya que al da del Seoraplauden hoy y celebrancon fiestas y regocijosdivinas y humanas letras,sepamos cul de ellas 5incluye feliz su mayor excelencia. Placer: Oh t, coro de la fe,que la catlica iglesiahoy no sin piedad anima,hoy no sin misterio alienta, 10cmo, siendo yo el Placer,que en regocijos y fiestasdebiera tener ms partecomo primer mvil de ellas,sin m himnos entonas, ritmos 15compones y en blandas muestrasde placer sin el Placerdices, desafiando letras

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