Bøker av Anonimo

Reimpresión del original, primera publicación en 1875.

Reimpresión del original, primera publicación en 1875.

Al cabo de ocho siglos, el Cantar de Mio Cid sigue siendo uno de los poemas épicos más notables, y el único que sobrevivió de la España medieval. En él se narran las gestas legendarias del caballero Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, en un relato donde la ficción y los acontecimientos históricos se mezclan de un modo único.Las vicisitudes de la vida del Cidlos dos destierros, las campañas victoriosas de Valenciay la coronación de sus hijas como reinas de Aragón y Navarra, son hechos clave en la historia del Cid y ocasiones para descubrir su personalidad.Desde el siglo XIII el Cantar de Mio Cid les ofrece a los lectores una representación vívida y conmovedora de algunas de las inquietudes y las pasiones humanas más universales, como la justicia, la lealtad, la traición, el honor o los celos.De este libro existe un solo ejemplar del texto original que se conserva en la Biblioteca Nacional en Madrid. En el siglo XVI estuvo en el Archivo del Concejo de Vivar. Después estuvo en un convento del mismo pueblo. Ruiz de Ulibarri hizo una copia en 1596.Luego, Eugenio Llaguno y Amírola, secretario del Consejo de Estado, lo sacó de allí en 1779 para que lo publicase Tomás Antonio Sánchez.Terminada la edición, Llaguno lo tuvo en su poder y lo pasó a sus herederos. En el siglo XIX estuvo en poder de Pascual de Gayangos y hacia 1858 lo consultó Damas-Hinard. En esa época estuvo en Boston a petición de Ticknor.En 1863 lo tuvo el primer marqués de Pidal y por entonces lo estudió Florencio Janer. Más tarde lo heredó Alejandro Pidal y en su casa lo estudiaron Vollmöller, Baist, Huntington y Ramón Menéndez Pidal.Finalmente pasó a la Biblioteca Nacional de Madrid en 1960. Se trata de un tomo de 74 hojas de pergamino grueso, le faltan tres, una al inicio y dos entre las hojas 47, 48 y 69, 70. En muchas páginas hay manchas provocadas por los reactivos utilizados desde el siglo XVI para leer los pasajes ininteligibles. Aunque estos pasajes no son demasiados.La encuadernación es del siglo XV. Las hojas están ordenadas en once cuadernos. Todo el manuscrito original es un texto continuo sin separación en cantares, ni espacios entre los versos, que siempre empiezan con letras mayúsculas.La presente edición conserva el texto original del libro, sin actualizaciones ortográficas.

Reimpresión del original, primera publicación en 1883.

El Auto de los Reyes Magos fue escrito en la segunda mitad del siglo XII. Algún amanuense lo copió en las páginas sobrantes de un Códice (Códice de la Biblioteca Nacional de Madrid va 5-9). El texto no tiene separaciones y se desconoce su autor. Es el primero de los autos sacramentales y también la obra teatral más antigua de la literatura española.La composición debe remontarse a mediados del siglo XII, puesto que la voz auto, en su acepción teatral, no se documenta hasta, aproximadamente, el año 1300. El sacerdote Felipe Fernández Vallejo lo encontró en la catedral de Toledo.En Auto de los Reyes Magos se recoge el tema de la adoración de los Magos, común a la tradición del drama litúrgico del Ordo Stellae. Y el título con que ahora es conocido se lo dio Ramón Menéndez Pidal.Del texto original, únicamente se conservan 147 versos que tienen diferentes tipos de métrica (alejandrinos, eneasílabos y heptasílabos) y, por tanto, es polimétrico. Estamos pues, ante un texto teatral sin terminar y que muestra un estilo muy particular: cada uno de los reyes hace un parlamento.El códice del Auto de los Reyes Magos no tenía separaciones ni marcas tal y como hacemos actualmente en el género dramático. Y en resumen la trama relata la aventura de Melchor, Gaspar y Baltasar en camino a Belén.

Cuentan los antiguos que cuando Santo Domingo de Guzmán empezaba a desanimarse al ver que en los sitios donde predicaba la gente no se convertía y la herejía no se alejaba, le pidió a Nuestra Señora le iluminara algún remedio para conseguir la salvación de aquellas personas y que Ella le dijo en una visión: "Estos terrenos no producirán frutos de conversión sino reciben abundante lluvia de oración".Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las gentes el Padre Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la Vida, Pasión y Muerte de Jesús. Muy pronto las conversiones fueron muy numerosas y las gentes de aquellas regiones volvieron a la verdadera religión.Hoy por hoy, después de la Santa Misa, el Rosario es quizás la devoción más practicada por los fieles. Los enemigos de la religión católica (protestantes, etc.) han dicho y siguen diciendo horrores contra el Santo Rosario pero los católicos han experimentado y siguen experimentando día por día los extraordinarios favores divinos que consiguen con esta santa devoción.¡Cuántas personas han logrado verse libres de pecados y de malas costumbres el dedicarse a rezar con devoción el santo Rosario! ¡Cuántos hay que desde que están rezando el Rosario a la Virgen María han notado como su vida ha mejorado notoriamente en virtudes y en buenas obras! Son muchísimos los que por haber rezado con toda fe su Rosario lograron obtener una buena y santa muerte y ahora gozan para siempre en el cielo.Ojalá leyéramos algún libro que hable de las maravillas que se consiguen con el rezo del Santo Rosario. Basta saber que el Rosario ha sido recomendado por muchos Sumos Pontífices y aprobado por la Iglesia Católica en todo el mundo, y que a los que lo rezan se les conceden numerosas indulgencias.Se llama indulgencia la rebaja de castigos que tendríamos que sufrir en la otra vida por nuestros pecados. La Iglesia Católica con el poder que Jesús le dio cuando dijo: "Todo lo que desates en la tierra queda desatado en el cielo", puede conceder a los fieles que por ciertas devociones se les rebaje parte de los castigos que tendrían que sufrir en el purgatorio.

Este libro es un tesoro de espiritualidad que nos sumerge en la humildad, la compasión y la devoción de San Francisco y sus compañeros. A través de estas historias, descubrimos la profunda conexión que San Francisco tenía con la naturaleza, su amor por los desfavorecidos y su deseo de vivir una vida de pobreza y servicio."Las florecillas de San Francisco" es un recordatorio de la importancia de la simplicidad, la fe y la compasión en nuestras vidas. A medida que leemos estas conmovedoras anécdotas, somos inspirados a reflexionar sobre nuestros propios valores y acciones, y a buscar un camino de mayor significado espiritual en un mundo lleno de distracciones.Este libro es una invitación a explorar el legado de San Francisco de Asís y a encontrar inspiración en sus enseñanzas atemporales. Las "florecillas" que encontrarás en estas páginas son una fuente de sabiduría y una guía espiritual para todos los que buscan la paz, la comprensión y la conexión con lo divino. Sumérgete en esta obra y permite que las historias de San Francisco toquen tu corazón y alma.

Adéntrate en un viaje a la España medieval, donde la valentía y la lealtad forjan el destino de un legendario caballero: El Cid. "Cantar del Mio Cid" es un poema épico que deslumbra con la magnificencia de un pasado heroico, llevándote a las hazañas y gestas de un hombre cuya fuerza y honor resonaron a través de los siglos.En estas páginas, descubrirás la epopeya de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como El Cid Campeador. Desde las tierras de Castilla hasta las escaramuzas contra moros, cada verso es una pincelada de coraje y sacrificio. El poema te transporta a batallas vibrantes y intrigas políticas, donde la lealtad y el valor se entrelazan con el honor y la justicia.Los cantos entonan la historia de un destierro injusto, un retorno triunfal y la reivindicación de un héroe exiliado. A través de la prosa medieval, teje la narrativa de un guerrero que desafía las adversidades, inspirando respeto y admiración en cada paso del camino.En la quietud de la lectura, sentirás la brisa de la Edad Media, te sumergirás en torneos y embates, y te enfrentarás a las pruebas de un héroe castellano. Es un diálogo con la historia, un canto al honor y la perseverancia, y un tributo a un héroe cuya leyenda perdura hasta nuestros días."Cantar del Mio Cid" es un caleidoscopio de emociones y virtudes que te dejará maravillado, recordándote que, incluso en los tiempos más oscuros, la fuerza del espíritu humano puede prevalecer y conquistar la gloria. ¡Prepárate para un viaje a través del tiempo y la valentía en esta obra maestra de la literatura medieval española!

Don Gaifero sta seduto là nel palazzo real; sta seduto al tavoliere , dilettandosi a giocar. Già teneva in mano i dadi, già gli andava per gittar, quando à un tratto ecco lo zio, che lo prende a rampognar: "Tu, Gaifero, sei da questo; tu sei buono i dadi a trar;

Quelli i quali hanno scritta la storia del Regno di Dyarbekir, raccontano che nella città di Harran regnava un re molto magnifico e potente. Ancorché avesse nel suo serraglio le più belle donne dell¿universo, non poteva aver figliuoli. Ne implorava incessantemente dal cielo, ed una notte mentre gustava le dolcezze del sonno, un uomo di bell¿aspetto gli apparve, dicendogli: ¿ Le tue preghiere sono state esaudite; hai ottenuto finalmente quanto bramavi. Appena sarai risvegliato alzati: vanne nei giardini del tuo palazzo, chiama il tuo giardiniere, e comandagli che ti presenti una melagrana. Mangiane tanti grani quanti vorrai, e le tue brame saranno adempiute.

Le cronache de¿ Sassaiani, antichi Re di Persia, riferiscono esservi stato un Re il quale era amato dai sudditi per la sua saviezza e temuto dai vicini per la fama del suo valore. Aveva due figli: il primogenito chiamavasi Schahriar, e l¿altro aveva nome Schahzenan. Dopo un regno lungo e glorioso morì questo Re, e Schahriar salì sul trono. Schahzenan fu obbligato di vivere come un semplice privato; ben lontano di mirare con invidia la buona sorte del fratello maggiore, pose invece tutto il suo studio a piacergli. Schahriar fu contentissimo della sua compiacenza e, per dargliene una prova, volle dividere con lui i suoi Stati, cedendogli il regno della Tartaria...

Quelli i quali hanno scritta la storia del Regno di Dyarbekir, raccontano che nella città di Harran regnava un re molto magnifico e potente. Ancorché avesse nel suo serraglio le più belle donne dell¿universo, non poteva aver figliuoli. Ne implorava incessantemente dal cielo, ed una notte mentre gustava le dolcezze del sonno, un uomo di bell¿aspetto gli apparve, dicendogli: ¿ Le tue preghiere sono state esaudite; hai ottenuto finalmente quanto bramavi. Appena sarai risvegliato alzati: vanne nei giardini del tuo palazzo, chiama il tuo giardiniere, e comandagli che ti presenti una melagrana. Mangiane tanti grani quanti vorrai, e le tue brame saranno adempiute.

Re Carlo, il nostro magno imperadore, stette per sette interi anni in Ispagna. Fino al mar conquistò la terra alpestra, e a lui d¿innanzi caddero castella, né un borgo, e non un muro, ancorché saldo, rimase contr¿a lui nè città, tranne Saragozza che sta su la montagna. Re Marsilio la tien, che come a Dio a Macometto serve e Apollo chiama: ma sì non potrà far che mal nol prenda.

Al nome del nostro Signore Gesù Cristo crocifisso e della sua Madre Vergine Maria. In questo libro si contengono certi fioretti miracoli ed esempi divoti del glorioso poverello di Cristo messer santo Francesco e d'alquanti suoi santi compagni. A laude di Gesù Cristo. Amen. In prima è da considerare che 'l glorioso messere santo Francesco in tutti gli atti della vita sua fu conforme a Cristo benedetto: ché come Cristo nel principio della sua predicazione elesse dodici Apostoli a dispregiare ogni cosa mondana, a seguitare lui in povertà e nell'altre virtù; così santo Francesco elesse dal principio del fondamento dell'Ordine dodici compagni possessori dell'altissima povertà.

O Gesò Cristo, figliuol di Maria, che pegli peccator pendesti in croce, non seguitare la mia gran follia, sed io inver' di te mai fui feroce: concedi grazia nella mente mia, favoreggiando me colla tua voce, ch'io dica cosa ch'a te non offenda, e questa gente volentier la 'ntenda.

ARTICOLO PRIMO.

Dice lo glorioso dottore missore santo Isidoro, nello livro delle Etimologie, che lo primo omo de Grecia che trovassi lettera fu uno Grieco lo quale abbe nome Cadmo. 'Nanti lo tiempo de questo non era lettera. Donne, quanno faceva bisuogno de fare alcuna cosa memorabile, scrivere non se poteva. Donne le memorie se facevano con scoiture in sassi e pataffii, li quali se ponevano nelle locora famose dove demoravano moititudine de iente, overo se ponevano là dove state erano le cose fatte: como una granne vattaglia overo vettoria [...] tristezze, disconfitte inscolpivano [...] e aitri animali in sassi overo iente armata, in segno de tale memoria.

Quando la nobile Crimilde rimase così vedova, il margravio Eckewart, con i suoi uomini rimase con lei, come comandava la fedeltà. Egli la servì fino alla morte. Le fu dato un appartamento a Worms, presso al duomo, ampio ricco e bello, dove la sconsolata sedeva con le sue donne. Andava spesso in chiesa e lo faceva con molta devozione. Andava spesso là dove era sepolto il suo sposo; ogni giorno ci andava con animo triste, e pregava Dio per lui. Quanto fu pianto con grande fedeltà l'eroe! Ute e le serve le parlavano spesso. Ma ella nel suo cuore ferito non trovava riposo, nessuna consolazione le giovava.

Io non narrerò minutamente i particolari de' mie' primi anni. Basterà sappia il lettore, che nacqui da agiata e cospicua famiglia il 7 gennaio 1820. Mio padre, Anselmo M..., napoletano d'origine, cuopriva il grado di colonnello di cavalleria; mia madre, per nome Ortensia, era nata in Messina. Giunta all'età di quindici anni, il mio cuore cominciò a sentire un vuoto, e l'anima mia, sensibilissima, aspirava a cercare un oggetto, che lo riempisse. - Divenni sì malinconica che più di una volta, mia madre cercò scoprire la cagione di questo strano cambiamento, ed io arrossendo l'acquietava or con una scusa, ora con l'altra, delle quali la cara ed ottima mia genitrice si chiamava soddi...

NOn saprei mai, Molto mag. Signori, Se quel gran maestro delle leggi Licurgo, al Mondo d¿eterna memoria havesse potuto con più Santa Legge, e con più ottimo ordine, reger il suo Popolo, quanto veddo, & scorgo io essere nella Vostra Magnifica Comunità d¿Alzano, la quale come pretiosissimo Giojello ornato di Lucentissimi Zattiri da tutti con non puoca invidia ammirato, ch¿ai pari di ben regolata REPUB. vantatrice ne può andare mercè di Voi Signori Consiglieri, che perciò continuando in così santo progresso sento novi gridi d¿allegrezza da tutto il Mondo, & io consolatissimo me ne starò, & insieme ancora prontissimo ä vostri comandi.

Homo che nasce in mese di Genaro amato sara molto dalla gente. la pudicizia ancor faragli a caro. Varie, & diverse cose veramente fantastiche a colui ben piaceranno mal che sia detto d¿altri facilmente Non credera: ma poi fatto gran danno da conosciuti suoi faragli a torto & l¿ire in lui facilmente saranno Ma poi ritornera con tempo corto.