Bøker av Bernardo Ibarra Ive

Darle a Polonia un segundo bautismo era el objetivo de tal peregrinación, o más precisamente, confirmarla nuevamente. Porque, así como en el año 966 Polonia fue bautizada en la fe católica y en el año 1079 fue confirmada -según las palabras del Papa Magno- con el martirio de san Estanislao, y así como el Card. Wyszyński renovó las promesas bautismales de Polonia y su consagración a María en el 1966, así también él, el primer Papa polaco, en el noningentésimo aniversario de la confirmación de Polonia, quería confirmarla de nuevo y hacer descender al Espíritu Santo para renovar la faz de su patria. Y así como se lo propuso, así lo hizo. Estas razones que movieron al Papa a enmarcar su visita en un contexto pentecostal y trinitario, son la mismas que nos obligan ahora a redactar este artículo usando de ese mismo marco. De aquí que dividiremos los capítulos según las diferentes ciudades que él visitó, relacionándolas con algunos versículos bíblicos sobre el Espíritu Santo, intentando mostrar claramente cómo le hizo rostro al comunismo y blandió su espada de doble filo.

Semblanza del próximamente beato Cardenal Stefan Wyszyński. Wyszyński lo fue todo... era multifacético. Pero principalmente, y como raíz y centro de su misma persona y santificación, está su vocación y responsabilidad de pastor: no hay cosa más dura para un obispo que el verse apartado de su ministerio pastoral decía él, porque para él esto significaba apartarse de sí mismo; desgarrarse. Fue un pastor ejemplar, modelo para nuestros tiempos, porque dio siempre primacía a lo espiritual, porque jamás claudicó ni renegó de sus principios y de su fe, porque dio la vida por su rebaño, sin componendas con los lobos, y porque guio a sus ovejas a los verdaderos pastos verdes y a las fuentes cristalinas de la Vida. Esperamos que estas páginas arrojen luz en estos tiempos de confusión y estimulen a muchos a seguir el valeroso ejemplo de este Gigante de la Fe y Baluarte de la Iglesia.