Bøker av Jeremy Ian Garcia

Timothy creía que el infierno era ese abismo oscuro al que uno iba cuando moría, sin embargo, Gwen llegó a su vida para demostrarle que no había peor castigo que el no poder ejercer dominio sobre uno mismo. Eso era el infierno, y se pagaba en vida. Gritos sin voz es una novela de drama trágico que narra las oscuras vivencias de Gwen Morrow, una adolescente prisionera en su propia casa y la manera en que Timothy decide involucrarse en sus pesadillas con el propósito de brindarle una salida de emergencia. Ambos se encuentran rodeados de entornos poco favorables, pero tendrán que enfrentarse a la madurez prematura. Gwen intentará descubrir hasta donde es Timothy capaz de cumplir sus promesas.

Gwen ha tenido tiempo para recuperarse, sin embargo, aún espera ansiosa el día en el que Timothy despierte y puedan ponerse al día. Se preguntaba cómo sería su vida ya que podrían estar juntos sin barreras de por medio, imaginaba que sus fantasías podían volverse realidad y ser amigos como tanto había soñado. Pero pronto, Gwen descubrirá que no es la única que espera que Timothy regrese y, de hecho, los conflictos provocados por la rivalidad, le ayudaran a conocer la cara de la realidad.Después de haberse formado un imaginario paraíso, ella comprenderá que el abismo y el infierno no se han acabado.

Más de cinco años habían separado los caminos de Kendall y Danielle. Danielle consideraba que el paso del tiempo ya le había ayudado a sanar las heridas. Siendo madre soltera estaba dispuesta a todo, con tal de brindarle un buen futuro a su hijo, Emir. Sin embargo, al volver a Londres, secretos muy bien guardados de la vida de Kendall los obligarían a enfrentarse a los asuntos pendientes del pasado.

Kendall Vaughan consideraba a su mejor amiga Gabrielle, la persona más importante en su vida, pero todo cambiaría al descubrir que ella tenía una hermana gemela con muy mala reputación.Aunque él pretendía hacer caso a las advertencias de Gabrielle y no involucrarse con Danielle, un chantaje astuto los obligará a convivir y soportarse uno al otro. Consiguiendo que Kendall, considerara que tal vez no todo era como aparentaba.

《 La noche en que se apaguen todas las luciérnagas, el día en que los ángeles lloren, la tarde en que el ocaso sea efímero... entonces sabré que te he perdido. Mientras tanto, algo de ti siempre va a pertenecer a mí. 》 Así finalizó el curso de sus veintidós años. El año en que comenzaría la obra de teatro que la muerte montó para su siguiente víctima.