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En esta novelita quise expresar la alienación y la ternura. Sus personajes son a la vez locos y dulces y traen información de qué es el tiempo y de la posibilidad de un único universo. El amores el eje del tema. Una rebeldía grande cruza el texto. La mujer vuelve a ser la salvadora espina. La soledad es signada por la impenetrabilidad de los espíritus. Tengo la esperanza de que los lectores con sus conjeturas enriquezcan lo que yo pude expresar.Ramiro Guzmán Zuluaga es un astronauta y un buceador, es capaz de observar la mente humana por fuera, como un astronauta mira la tierra desde lo alto, pero a su vez se sumerge, como un buzo, en las profundidades de la corteza cerebral del lector, saltando del lóbulo lógico al sensorial tantas veces como desee.
Ramiro Guzmán Zuluaga es prolífico escritor y periodista, nacido en Montevideo, República Oriental del Uruguay, en 1972Ha logrado construir "El Planeta Ramiro Guzmán", como lo han denominado algunos periodistas, con múltiples obras editadas por Windmills International Editions, que lo han consagrado mundialmente, sus libros se venden en USA, México, Brasil, Canadá, Gran Bretaña, España, Francia, Alemania, Italia, India, Japón, Australia, etc.Como periodista entrevistó a Adolfo Bioy Casares, Roberto Fontanarrosa, Fernando Emmerich, entre otros.Dicen:"Ramiro Guzmán es uno de los mayores creadores de la literatura contemporánea en Uruguay." Hugo Acevedo, Diario La República, Montevideo, Uruguay"No dudo en brindar por la vida artística que Ramiro Guzmán tiene y tendrá" Jaime Roos."Leí a Ramiro Guzmán y me gustó mucho" Luis Alberto Spinetta
Desde niño he sido un gran lector: empecé con libros de piratas y me introduje paulatinamente en libros de psicología, filosofía y metafísica, pero nunca abandoné la lectura de las novelas, cuentos y narraciones de estilo diverso.Cuando leo me entrego sin preconceptos a lo escrito por el autor. Eso es lo que creía hasta que inicié la lectura de este libro de Ramiro Guzmán. Las dos primeras páginas fueron suficientes para saber que mis lecturas no eran tan desprejuiciadas como creía .Tuve que volver a leerlas varias veces hasta que cobré conciencia que yo buscaba algo en la lectura, de lo cual no era consciente. Trataré de decir lo que me pasó, con una metáfora. Me encontré de pronto como si hubiera caído en un mar proceloso, muy movido y cambiante, en el cual tuve que aprender a sobrevivir sin puntos de apoyo salvadores. Esto último era lo que yo buscaba, sin saberlo, islotes de racionalidad sobre los cuales sentirme seguro. Volví a leer, una y otra vez, las primeras páginas del libro, anheloso de pisar tierra firme, sin conseguirlo, porque Ramiro Guzmán me tiraba siempre al mar, un símbolo arquetípico que a él le importa mucho y que cita ocho veces en la primera página del libro. Hasta que supe que esa incertidumbre mía, esa radical inseguridad existencial era lo que tenía que aprender a aceptar en mí mismo. Después de muchas décadas de existencia nada tímida y sí algo aventurera, como toda vida, había sabido que la vida mundana no es siempre fácil y segura en ningún aspecto: laboral, sentimental, ideológico y tantos otros. Pero es con el libro de Ramiro Guzmán que aprendí a soltarme del todo y dejar de lado una cierta crispación ansiosa en busca de islas de racionalidad patente. En lugar de utilizar un juicio crítico cómodo y fácil del libro- me gusta o no me gusta, como último reducto de mi resistencia defensiva ante lo nuevo, con lo cual sólo hubiera conseguido "tapar" la realidad- descubrí la existencia literaria de la "superficie cambiante". Esta noción la había formulado en 1976, en un libro escrito en Francia, con la colaboración del doctor Jean-Claude Benoit, sobre la base técnica de lo que llamé " activación pictográfica". Estimulando la producción de dibujos espontáneos, a punto de partida de los símbolos producidos por un sujeto, en la Prueba de Anticipación, era posible observar que su alma se actualizaba en una secuencia fluida de dibujos. La " profundidad" había desaparecido. Y todo eso le pertenecía por entero al sujeto pues yo era casi únicamente un espectador...activador. Todo estaba ahí frente a mí, desplegado en imágenes sencillas y ricas de sentido.
A lo largo de una vida escribiendo uno acierta y se equivoca, hace fácil lo difícil y se complica en lo simple, se culpa -parafraseando a Ignacio Suárez- por cosas que no tienen nada que ver con uno, y se va encerrando..., en mi caso con una tendencia a ser un tanto ermitaño que crece. Los años me han enseñado que más importante que la sapiencia es la curiosidad. Esa curiosidad me llevó por los caminos que expresa este libro. "Tristezas de autoayuda" es un texto que no tiene ambiciones filosóficas: no pretende cuestionar la existencia del alma ni asuntos así; solamente es la forma en la que canalicé un desasosiego para seguir viviendo. Es hermoso ser poeta... Pero es más hermoso -al menos para mí- en los bares comunes que en las tertulias, en las lunas que en los aplausos.
Sendas femeninas reúne textos muy diversos, escritos en situaciones muy disimiles. Al pie de una fuente, da cuenta de un enamoramiento intensísimo y está dedicado a la mamá de mi hijo. Los otros, son más adultos, e indagan en el misterio femenino en general, o en algunas otras cosas que sólo aparentemente nada tienen que ver con la mujer: la mujer es mi tao. En este tiempo lloro mucho, henchido de amor.
Help II En mi mansión vacía, castillo helado, está el amor de tanta gente y sin embargo me siento como en una góndola de supermercado. Rescátame, con tu imaginación buena; libera mi poesía y mi alma-cangreja para que así retumbe el tamboril de los serafines por toda la casa, como antes.
Amenábar Gómez nació en San Fecundo, por 1914. De muy niño, emigró a Magnolias, donde creció rodeado de árboles, pájaros y hermanos. Un día descubrió la adolescencia en una herida. Empezó a trabajar de mandadero de la farmacia del bosque. Llevando remedios entendió cuánto había por ser curado. También conoció a la muerte, que se llevó de un accidente a su hermano Hugo, mientras éste lo acompañaba a hacer su trabajo. Hay problemas con el tiempo. No sé bien cómo ocurrió. Sé que hoy Amenábar Gómez vive en una celda, en mi corazón. Vivía debí decir, ya que falleció anoche. Desde esa celda, Amenábar Gómez escribía cartas a un amor imaginario: su amada Elba. He encontrado algunas cartas y las he ordenado como he podido. Algo me dice que las que se han perdido son las mejores. Amenábar Gómez: San Fecundo, 1914; mi corazón, anoche. ************** Ramiro Guzmán Zuluaga Escritor nacido en Montevideo, Uruguay Sus obras: La leyenda de los eoeses, Tres En Uno, Ébano Sésamo y Volviendo a Ave Reina
Para qué huir de este viaje a mis adentros de esta luna que es un cielo de vos Conchita mía, mi último puerto. Para qué huir de todos mis recuerdos de mi identidad, del Cristo verdadero. Qué importa la sociedad con sus laureles de piedra que ya no persigo más si tú no estuvieras. Gracias por el milagro de amarte, de besarte en cada puta linda como tu imagen que es un pajarito, que es un ave. ************** Ramiro Guzmán Zuluaga Escritor nacido en Montevideo República Oriental del Uruguay Sus obras más destacadas son: La leyenda de los eoeses Tres En Uno y Ébano Sésamo
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