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"The Wrong Box" is a comic novel co-written by the Scottish author Robert Louis Stevenson, known for classics such as "Treasure Island" and "Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde", and his stepson Lloyd Osbourne. This uproarious tale of a misguided inheritance offers a refreshing contrast to Stevenson's more famous adventure and horror tales.Set in Victorian England, the story unfolds around a long-standing investment scheme known as a 'tontine', where the last surviving member of a group is entitled to the entire fund. Two estranged brothers find themselves as the last remaining survivors, leading to a flurry of deception, mistaken identity, and a farcical pursuit of a misplaced fortune.Stevenson and Osbourne ingeniously weave a web of eccentric characters and unlikely circumstances, resulting in numerous comic misadventures. The novel offers wry observations of human nature and social conventions, all presented through the authors' characteristic wit and narrative flair."The Wrong Box" is an entertaining romp of confusion and comedy, showcasing a lesser-known side of Stevenson's literary talent. It promises laughter and amusement at every turn, making it a must-read for fans of classic literature with a humorous twist.Keywords: Robert Louis Stevenson, The Wrong Box, Lloyd Osbourne, comic novel, Victorian England, tontine, mistaken identity, farcical pursuit, fortune, eccentric characters, human nature, social conventions, wit, narrative flair, comedy, classic literature, comic novel, Victorian comedy, inheritance misadventures, classic humor, Treasure Island, Dr Jekyll and Mr Hyde, literary classics, Scottish authors, mistaken identity, human nature, Victorian social conventions, eccentric characters, Stevenson's humorous works.
Comenzaré la historia de mis aventuras por cierta mañana, temprano, de primeros de junio del año de gracia de 1751, en que eché por última vez la llave a la puerta de la casa de mis padres. El sol empezaba a brillar sobre las cimas de los montes cuando bajaba yo por el camino, y al llegar a la casa rectoral, los mirlos silbaban ya en las lilas del jardín, y la niebla que rondaba el valle al amanecer comenzaba a levantarse y se desvanecía. El señor Campbell, el pastor de Essendean, estaba esperándome a la puerta del jardín. ¡Qué bueno es! Me preguntó si había desayunado, y cuando le dije que no me faltaba nada, apretó mi mano entre las suyas y me dio el brazo bondadosamente. ¿Bien, Davie, muchacho ¿dijö. Te acompañaré hasta el vado para ponerte en camino.Y echamos a andar en silencio. ¿¿Te apena abandonar Essendean? ¿me preguntó al cabo de un rato.Os diré, señor ¿repuse¿; si supiese adónde voy, o lo que va a ser de mí, os contestaría francamente. Es cierto que Essendean es un buen lugar, y en él he sido muy feliz; pero también es cierto que nunca he estado en otra parte. Muertos mi padre y mi madre, no estaré más cerca de ellos en Essendean que en el reino de Hungría, y, a decir verdad, si yo supiese que donde voy tenía posibilidades de superarme, iría de muy buen grado.
Cierta tarde, muy avanzada ya la primavera, se oye en hora desusada la campana de Moat House, en Tunstall. Desde las cercanías hasta los más apartado rincones, en el bosque y en los campos que se extendían a lo largo del río, comenzaron las gentes a abandona sus tareas para correr hacia el sitio de donde procedía el toque de alarma, y en la aldea de Tunstall un grupo de pobres campesinos se preguntaba asombrado a qué se debería la llamada. En aquella época, que era la del reinado de Enrique VI, el aspecto que presentaba la aldea de Tunstall era muy parecido al que actualmente tiene. No pasarías de unas veinte las casas, toscamente construidas con madera de roble, que se hallaban esparcidas por el extenso y verde valle que ascendía desde el río. Al pie de aquél, el camino cruzaba un puente y, subiendo por el lado opuesto, desaparecía en los linderos del bosque, hasta llegar a Moat House, desde donde continuaba hacia la abadía de Holywood. Hacia la mitad de camino se alzaba la iglesia rodeada de tejos. A ambos lados, limitando el paisaje y coronando las montañas se encontraban los verdes olmos y los verdeantes robles del bosque. Sobre una loma inmediata al puente se erguía una cruz de piedra, a cuyo alrededor se había reunido un grupo ¿media docena de mujeres y un mozo alto vestido con un sayo rojizö discutiendo acerca de lo que podía anunciar el toque de rebato. Media hora antes, un mensajero había cruzado la aldea, con tal prisa que apagó la sed con un jarro de cerveza sin desmontar siquiera del caballo, tan urgente era su mensaje. Mas ni él mismo sabía de qué se trataba; únicamente, que llevaba pliegos sellados de sir Daniel Brackley para sir Oliver Oates, el párroco encargado de cuidar de Moat House en ausencia del dueño.
En estos tiempos en que todo el mundo está obligado, so pena de ser condenado en ausencia por un delito de lesa respetabilidad, a emprender alguna profesión lucrativa y a esforzarse en ella con bríos cercanos al entusiasmo, la defensa de la opinión opuesta por parte de los que se contentan con tener lo suficiente, y prefieren mantenerse al margen y disfrutar, tiene algo de bravata y fanfarronería. Sin embargo, no debería ser así. La supuesta ociosidad, que no consiste en no hacer nada, sino en hacer muchas cosas que no están reconocidas en las dogmáticas prescripciones de la clase dominante, tiene tanto derecho a exponer su posición como la propia laboriosidad. Se suele admitir que la presencia de personas que se niegan a tomar parte en la gran carrera de obstáculos por un poco de calderilla no hace más que insultar y desalentar a quienes participan. Un individuo cabal (como tantos que vemos) toma su decisión, opta por la calderilla y, con esa enfática expresión tan americana, «va a por ella». Y, mientras este hombre va ascendiendo trabajosamente por la senda marcada, no es difícil comprender su resentimiento cuando ve que, junto al camino, hay personas cómodamente tendidas sobre la hierba del prado, con un pañuelo sobre las orejas y un vaso al alcance de la mano. La indiferencia de Diógenes tocó una fibra muy sensible de Alejandro. ¿Dónde estaba la gloria de haber conquistado Roma si cuando aquellos turbulentos bárbaros se precipitaron en el Senado encontraron allí a los Padres sentados en silencio e indiferentes a su hazaña? Es descorazonador haberse esforzado para escalar escarpadas cumbres y, al llegar arriba, encontrar que la humanidad permanece indiferente a tu proeza. De ahí que los físicos condenen a quienes se ocupan de lo que no entra en las leyes de la física, que los financieros no toleren más que superficialmente a los que no entienden de alzas y bajas de valores, que los literatos desprecien a los iletrados, y que los de todas las profesiones coincidan en su desprecio hacia quienes no desempeñan ninguna.
Hace tanto tiempo que se desea conocer lo que haya de cierto en los singulares acontecimientos ocurridos al señor de Balantry, que la curiosidad pública dará una magnífica acogida a este relato. Yo, que estuve íntimamente ligado a la historia de esta distinguida casa durante los últimos años, soy quizá quien se halla en más ventajosa situación para relatar con fidelidad de historiador cuanto sucedió. También soy quien, con más imparcialidad, puede juzgar los diferentes y complejos aspectos de cuantos personajes intervinieron en dichos sucesos. Traté al señor de Balantry y conocí muchos aspectos secretos de su vida, poseo además algunos fragmentos de sus memorias; fui casi su único acompañante en su último viaje, formando parte de aquella angustiosa invernal de la que tanto se habló, y, finalmente, presencié su muerte. En cuanto al difunto Lord Durrisdeer, a quien serví fielmente durante treinta años, a medida que le fui conociendo íntimamente, más creció mi afecto por él. En resumen: no quiero que desaparezcan tantos testimonios y considero que es mi deber contar la historia acerca de milord. De este modo, pagada mi deuda, confío que mis últimos años transcurrirán más tranquilos y mi canosa cabeza podrá descansar con mayor sosiego sobre la almohada. Los Duries de Durrisdeer y de Balantry pertenecían desde los viejos tiempos del monarca David a una digna familia del sudoeste. De la antigüedad de su estirpe son testigos los versos que aún circulan por la comarca:Los Durrisdeer son gentes puntillosas, con muchas lanzas a caballo montan.Igualmente, el nombre que se cita en la segunda estrofa ha sido referido por algunos a los acontecimientos de este relato.Dos Duries en Durrisdeer, uno para enjaezar y otro para cabalgar.
The Merry Men, and Other Tales and Fables, has been considered important throughout human history. In an effort to ensure that this work is never lost, we have taken steps to secure its preservation by republishing this book in a modern format for both current and future generations. This complete book has been retyped, redesigned, and reformatted. Since these books are not scans of the authors' original publications, the text is readable and clear.
El abogado Mr. Utterson era un hombre de semblante adusto, jamás iluminado por una sonrisa; frío, parco y vergonzoso en la conversación; remiso en sentimientos; enjuto, alto, taciturno, aburrido, y sin embargo adorable, en alguna medida. En las reuniones de amigos, y cuando el vino era de su agrado, irradiaba de sus ojos algo eminentemente humano; algo que, a decir verdad, jamás salía a relucir en su conversación, pero que expresaba no sólo con aquellos gestos silenciosos de su cara después de la cena, sino más a menudo y llamativamente en su vida cotidiana. Era austero consigo mismo; bebía ginebra cuando estaba solo, para mortificar su afición por los vinos añejos; y aunque le encantaba el teatro, hacía ya veinte años que no cruzaba las puertas de ninguno. En cambio mostraba una acreditada tolerancia en su trato con los demás; unas veces asombrándose, casi con envidia, de la gran tensión anímica que implicaban sus delitos; y en cualquier situación extrema era más propenso a prestar ayuda que a reprender. «Me inclino por la herejía de Caín ¿solía decir pintorescamente¿: dejo que mi hermano se vaya al diablo por su propio pie». Con este carácter, a menudo tuvo la suerte de ser el último conocido de confianza y la última influencia bienhechora en las vidas de hombres venidos a menos. Y mientras éstos siguieron acudiendo a sus aposentos, jamás les mostró el más leve cambio de actitud.
"Squire Trelawney, Dr. Livesey, and the rest of these gentlemen having asked me to write down the whole particulars about Treasure Island, from the beginning to the end, keeping nothing back but the bearings of the island, and that only because there is still treasure not yet lifted, I take up my pen in the year of grace 17-" ― Robert Louis Stevenson, Treasure Island Treasure Island (1883) by Robert Louis Stevenson relates the story of Jim Hawkins, a young boy who watches over an inn at an English seaside town with his mother just as pirates descend on the inn. Jim and his mother escape from them when Jim finds a treasure map hidden inside a pouch. On attaining the map, Squire Trelawney and Doctor Livesey, together with Jim, set sail for the treasure island in search of the treasure. However, they are unaware that the crew members they have hired, including the one-legged man Long John Silver, intend to take over the ship and the treasure.
Durante su residencia en Londres, el eminente príncipe Florizel de Bohemia se ganó el afecto de todas las clases sociales por la seducción de sus maneras y por una generosidad bien entendida. Era un hombre notable, por lo que se conocía de él, que no era en verdad sino una pequeña parte de lo que verdaderamente hizo. Aunque de temperamento sosegado en circunstancias normales, y habituado a tomarse la vida con tanta filosofía como un campesino, el príncipe de Bohemia no carecía de afición por maneras de vida más aventuradas y excéntricas que aquélla a la que por nacimiento estaba destinado. En ocasiones, cuando estaba de ánimo bajo, cuando no había en los teatros de Londres ninguna comedia divertida o cuando las estaciones del año hacían impracticables los deportes en que vencía a todos sus competidores, mandaba llamar a su confidente y jefe de caballerías, el coronel Geraldine, y le ordenaba prepararse para una excursión nocturna. El jefe de caballerías era un oficial joven, de talante osado y hasta temerario, que recibía la orden con gusto y se apresuraba a prepararse. Una larga práctica y una variada experiencia en la vida le habían dado singular facilidad para disfrazarse; no sólo adaptaba su rostro y sus modales a los de personas de cualquier rango, carácter o país, sino hasta la voz e incluso sus mismos pensamientos, y de este modo desviaba la atención de la persona del príncipe y, a veces, conseguía la admisión de los dos en ambientes y sociedades extrañas. Las autoridades nunca habían tenido conocimiento de estas secretas aventuras; la inalterable audacia del uno y la rápida inventiva y devoción caballeresca del otro los habían salvado de no pocos trances peligrosos, y su confianza creció con el paso del tiempo.
Memories and Portraits, has been considered important throughout human history. In an effort to ensure that this work is never lost, we have taken steps to secure its preservation by republishing this book in a modern format for both current and future generations. This complete book has been retyped, redesigned, and reformatted. Since these books are not scans of the authors' original publications, the text is readable and clear.
Nouvelles mille et une nuits, a été considérée comme importante tout au long de l'histoire de l'humanité. Dans un effort pour s'assurer que ce travail ne soit jamais perdu, nous avons pris des mesures pour assurer sa préservation en republiant ce livre dans un format moderne pour les générations actuelles et futures. Ce livre complet a été retapé, remanié et reformaté. Comme ces livres ne sont pas des scans des publications originales des auteurs, le texte est lisible et clair.
En las islas del Pacífico, aquí y allá, hombres de diferentes pueblos europeos, de varia clase y condición social, desempeñan actividades de toda índole, y contagian enfermedades. Unos prosperan, otros vegetan. Los hay que han ascendido por las gradas de los tronos, que han llegado a poseer islas y compañías de navegación. Sin embargo, otros se casan para sobrevivir. Hay damas bien parecidas, de buen carácter y del color del chocolate, que los toman a su cargo y los mantienen en completa ociosidad. Vestidos como nativos, reposan bajo tejadillos de hoja de palma, apenas conservan algún elemento extranjero en los andares, en los gestos, tal vez incluso no se hayan desprendido de algún recuerdo del pasado (quizá un monóculo), de cuando fueran oficiales o caballeros; se dedican en general a entretener a un público de aborígenes con recuerdos de los music-halls. Los hay menos dóciles, con menos talento, con peor fortuna, acaso menos degradados, que incluso en estas islas de la abundancia siguen careciendo de pan que llevarse a la boca. En las afueras de Papeete, en la playa, sentados bajo un purao, se hallaban tres hombres pertenecientes a esta última categoría.
Travels with a Donkey in the Cévennes brims with Robert Louis Stevenson's wry and exquisite observations and his obvious delight in the farmers and peasants he encounters in the Cévennes, a region of south-central France that was remote and largely inaccessible in 1878. Modestine, Stevenson's much-adored but predictably stubborn donkey, sets the pace and becomes a central character in the account of this twelve-day adventure. Beguiling and charming, this pioneering travelogue lends itself beautifully to Stevenson's dry humor and razor-sharp reflections. Thought by many to be a slender but influential masterpiece of early travel writing, it ranks on The Guardian's list of one hundred best nonfiction books of all time. This Warbler Classics edition includes an extensive biographical timeline.
A stunning new collection from the master storyteller of the gothic and the dark imagination.Along with Mary Shelley, Bram Stoker and Oscar Wilde, Robert Louis Stevenson brought to life the monstrous nature that hides within humanity. For his masterpiece The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr Hyde, the clever manipulator of the dark and gothic mood revealed the duality of human nature with a tale that resonates still today. This new selection gathers together 'The Body Snatcher', 'A Lodging for the Night', 'The Isle of Voices', 'The Bottle Imp', 'Story of the Physician and the Saratoga Trunk', and many other chilling and thrilling stories for readers who delight in the shadows and and the mysterious.The Flame Tree Gothic Fantasy, Classic Stories and Epic Tales collections bring together the entire range of myth, folklore and modern short fiction. Highlighting the roots of suspense, supernatural, science fiction and mystery stories, the books in Flame Tree Collections series are beautifully presented, perfect as a gift and offer a lifetime of reading pleasure.
Essays in the Art of Writing Robert Louis Stevenson examines the techniques of writing, and gives insights into the writing of ""Treasure Island"" and ""The Master of Ballantrae."" CONTENTS: On Some Technical Elements of Style in Literature, The Morality of the Profession of Letters, Books Which Have Influenced Me, A Note On Realism, My First Book: ""Treasure Island,"" The Genesis of " "The Master of Ballantrae" " Robert Louis Stevenson Stevenson's life was almost as adventurous as the stories he created. He spent much of it as a traveler, writing about his exploits in such exemplary travel books as TRAVELS WITH A DONKEY IN THE CEVENNES. He studied law but never practiced he always wanted to write, and gave himself what amounted to a writing course, studying and copying the style and techniques of his favorite writers. His attempts paid off: his first published novel, TREASURE ISLAND, brought him money and fame. At 29 he fell in love with a married woman--alienating his family--and pursued her to California, where she divorced her husband, after which the couple married and traveled extensively in the U.S., visiting various spas and health resorts in search of a cure for the tuberculosis from which Stevenson suffered all his life. After extensive travel in the South Seas, he finally settled in Samoa, where he became involved in the lives and politics of the islanders. During all his wanderings, he continued to write, producing a total of 12 novels, many short tales, three plays, poetry (including the classic A CHILD'S GARDEN OF VERSES), and dozens of books of essays and travel pieces. He died in Samoa at 44--suddenly, of apoplexy, as he was making a salad for dinner--leaving his last book, THE WEIR OF HERMISTON, unfinished.
Memoir of Fleeming Jenkin, has been regarded as significant work throughout human history, and in order to ensure that this work is never lost, we have taken steps to ensure its preservation by republishing this book in a contemporary format for both current and future generations. This entire book has been retyped, redesigned, and reformatted. Since these books are not made from scanned copies, the text is readable and clear.
sland Landfalls * The Wrecker * The Ebb-TideDriven to the South Seas by ill health, Stevenson could not close his eyes to the impact of colonialism, the 'stirabout of epochs and races, barbarisms and civilisations, virtues and crimes'.
L'Étrange Cas du docteur Jekyll et de M. Hyde (en anglais, Strange Case of Dr Jekyll and Mr Hyde) est un roman court écrit par Robert Louis Stevenson et publié en janvier 1886. Il s'agit d'une réécriture, le premier manuscrit ayant été détruit par Fanny Van de Grift, l'épouse de l'auteur, qui le considérait comme un « cahier plein de parfaites sottises ». L¿¿uvre raconte l'histoire d'un notaire, Gabriel John Utterson, qui enquête sur le lien étrange entre Edward Hyde et le docteur Henry Jekyll. Par ailleurs Robert Louis Stevenson a avoué avoir imaginé cette histoire après avoir fait un cauchemar.Le docteur Jekyll, un philanthrope obsédé par sa double personnalité, met au point une drogue pour séparer son bon côté de son mauvais. C'est ce dernier qui, nuit après nuit, prendra finalement le dessus et le transformera en monstrueux Mister Hyde. Hyde se prononce [häd] comme « hide » en anglais, qui signifie « cache » ; Utterson utilise ce jeu de mots dans l'expression « Hyde and Seek » (« Cache et cherche », allusion au jeu de « cache-cache ») .Gabriel John Utterson, un notaire, enquête sur le lien étrange existant entre Edward Hyde et le docteur Henry Jekyll, et nous conte l'histoire. Le Docteur Jekyll, un philanthrope obsédé par sa double personnalité, met au point une drogue pour séparer son bon côté de son mauvais. C'est ce dernier qui, nuit après nuit, prendra finalement le dessus et le transformera en le monstrueux Mr Hyde.
Les Nouvelles Mille et Une Nuits (titre original : New Arabian Nights) est un recueil de nouvelles écrites par Robert Louis Stevenson publié en 1882. Il s'agit d'une première livraison, la seconde étant Le Dynamiteur (titre original : More New Arabian Nights: The Dynamiter) qui intervint en 1885.Pourquoi ce titre? Parce que chaque nouvelle, articulée en épisodes, de ce recueil, apporte quelque chose à l'histoire globale et l'enrichit, et que le narrateur, tel Shéhérazade, incite le lecteur à lire la suite pour avoir les clés de l'histoire dont il vient de lui être fait lecture. Ne sont malheureusement présentées ici que deux nouvelles. Nous sommes à Londres, à la fin du XIXe siècle, nous cotoyons souvent les basfonds noyés dans le brouillard de cette société et l'atmosphère de ces nouvelles est caractéristique de ce lieu, de cette époque, comme pour d'autres écrivains, Arthur Conan Doyle en particulier.
Robert Louis Stevenson, a Scottish novelist, wrote the Gothic tale The Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde in 1886. It centers on London-based attorney Gabriel John Utterson, who looks into several unusual incidents.Gabriel John Utterson and Richard Enfield are traversing a huge home. Enfield witnessed Edward Hyde trampling a little girl. He had a menacing appearance. Hyde offered Enfield a check that was endorsed by a guy who was eventually identified as Dr. Henry Jekyll. A butler witnesses Hyde beating another of Utterson's patrons, Sir Danvers Carew, to death and leaving behind a broken cane.They discover a letter he sent to Utterson in which he confesses to having become the terrifying monster, Hyde. When Utterson and Mr. Poole break into the lab, they discover Hyde's body inside, where he appears to have committed himself.Lanyon deteriorated and died as a result of the trauma of witnessing his alter persona. One of the serum's ingredients eventually ran out, and subsequent versions made from fresh supplies were unsuccessful. Jekyll penned a detailed record of the events and locked himself in his laboratory intending to keep Hyde imprisoned. As Poole and Utterson broke down the door, Jekyll committed suicide by poison after realizing that he would remain as changed as Hyde.
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