Bøker av Vega Quinn

Me llamo Víctor Andrades, tengo treinta y seis años y llevo enamorado de una preciosa loca desde que la vi por primera vez.Me estoy planteando acudir, a una reunión de esas, donde la gente se presenta y soltarles esa frase. Estoy seguro de que les ayudaría a superar sus propios problemas.Y es que, una cosa es estar enamorado, que ya es duro si no se es correspondido, y otra, hacerlo de alguien como ella durante casi veinte años, sí se dice pronto, eso sí que es duro. ¿Sabéis por qué? Pues porque vive con la idea fija de que soy gay, ese es el problema. ¿Y de dónde ha sacado esa idea? No me lo preguntéis, porque no sabría deciros. Supongo que del mismo lugar del que saca que está gorda, que es fea, bajita y del que saca que los unicornios no existen porque se extinguieron por culpa del cambio climático.Ella es Laura.

El verano en que Mario cumple veintidós años, y con la carrera de fisioterapeuta terminada, sabe que ha llegado la hora de comenzar a hacer realidad sus sueños; vivir cerca del mar y trabajar duro para conseguir su propia clínica de rehabilitación.Es en la casa de vacaciones que tienen sus padres en Formentera, una pequeña isla del archipiélago Balear, donde se instala a vivir y donde combina el trabajo como monitor de surf y buceo con el de fisioterapeuta a tiempo completo. Allí no solo se convertirá en un gran profesional, sino que conocerá a Daniel con el que vivirá la cara de una moneda.>Esta novela es la historia de amor entre dos hombres. Contiene escenas sexuales explícitas.

Alejandro Torres GarzoCuarenta años. Médico traumatólogo, especializado en urgencias hospitalarias (reconocida con el nombre de urgenciólogo) y cuyo trabajo lo desempeña en un hospital público de Madrid. Soltero y sin compromiso por elección propia.Esa sería mi carta de presentación y lo único que conoce de mí la mayoría de la gente.Un maniático del orden, de la puntualidad y muy exigente con su trabajo, sería lo que diría mi familia si se les preguntara sobre mí.Reservado y buena persona; es cómo suelen describirme mis amigos.Y para ella, soy el amigo de su hermano y de su cuñado; el médico que comparte con ella el entorno laboral y el hombre con el que prefiere mantener las distancias. Y, aunque al principio de conocerla no me sentía cómodo con su comportamiento esquivo y distante hacia mí, hoy en día casi lo prefiero así, ya que Gemma me descoloca.Es el tipo de mujer que te irrita y excita por igual.Estar cerca de ella me provoca, o bien, tenerla en mi cama, desnuda, atada y amordazada para no escucharla ni dejar que huya de mí; o bien, tenerla en mi cama, desnuda, atada y amordazada, para que los dos disfrutemos de una buena sesión de sexo.Aunque ninguna de las dos será posible, ya que no tengo sexo con mujeres a las que pueda volver a ver.Y no porque me parezca a los protagonistas masculinos que suelen aparecer en las novelas románticas; machos alfa, con algún tipo de trauma que no creen en el amor y bla-bla-bla.Creo en él y en los compromisos a largo plazo, tengo demasiados ejemplos a mi alrededor como para dudar de la veracidad del amor verdadero; sin embargo, decidí no comprometerme con nadie. Elegí una vida demasiado complicada y hoy en día no me arrepiento, me gusta tal y como es.

¡¡La esperada segunda parte de la serie Dime qué quieres!!Cuando el corazón manda la única opción que nos queda es obedecer. Eso es lo que Hugo ha hecho, seguir sus instintos. Esos que no le hacen preguntarse el porqué. Esos que le llevan hasta Marcos y que consiguen que cada minuto merezca la pena tan solo por poder mirarle cada mañana.Marcos le adora, ama a Hugo de una manera visceral, tanto que duda. Duda por el miedo que le provoca que alguien pueda dañarle tan solo por haberse enamorado de un hombre. De él. Su lucha interna la da por perdida cuando Hugo le sonríe. Y es que no hay nada mejor que su sonrisa. "Juntos somos todo". Eso es lo que ambos se repiten cuando las cosas se complican para ellos de una manera cruel e injusta.