Om A la sombra del tamarugal
Es mejor que no sepas lo que te espera: te veo en un lugar desolado, donde no hay ninguna forma de vida, solo arenas y rocas. Estás tomando sombra en un árbol del desierto, un tamarugal, y de ese lugar no te vas a volver a levantar jamás. Esa fue la advertencia que le hizo la gitana a Joel, un hombre del sur, un hombre de montañas con lluvias, cordilleras con nieve. Él no le creyó. El destino lo llevaría al desierto del norte, donde la advertencia podría cumplirse. El norte chileno es uno de los lugares más violentos de la época a causa del oro blanco, el nitrato que comercializaban en ese entonces como materia prima para los explosivos. Allí donde hay riqueza, hay avaricia; donde hay avaricia, hay violencia. A la sombra del tamarugal es una novela llena de realismo mágico, donde la realidad y la ficción crean una trama creíble pero al mismo tiempo impresionante, una secuencia de acciones que atrapan a su lector, capítulo a capítulo, y lo mantiene en suspenso respecto a las palabras de la gitana, aquella advertencia que parece más probable con cada paso que Joel da. Gustavo Aguayo GonzálezNació en Curacautín, provincia de la Araucanía, al sur de Chile, en 1948. Luego se trasladó a una comuna de Santiago donde asistió a talleres de pintura y literatura gráfica. Con la novela A la sombra del tamarugal ganó el primer lugar en un concurso literario. Recorrió todo Chile y pudo comprobar que a veces la ficción supera la realidad, esta experiencia motivó que su escritura apuntase al realismo mágico.
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