Llevo años huyendo. Mi abuela me dijo una vez que las videntes solo tenemos una norma que cumplir: no evitar nuestra propia muerte. ¿Pero cómo no hacerlo cuando ves que van a torturarte y a destrozarte?
Sí, lo habéis adivinado: evité mi muerte, y ahora los Damnatus (sirvientes de la propia Muerte) me persiguen para acabar con mi vida. Lo que no me esperaba es que estaría conectada a uno de ellos.
Y mucho menos que me propondría asesinar a su señora.
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