Om Las seis prisas de la modernidad
Vivimos muy de prisa, vamos con frecuencia a toda prisa, nos hemos instalado en una cultura de la prisa, nos hemos subido al autobús de la prisa, en un viaje circular a ninguna parte, y no sabemos en qué parada bajarnos. Hacemos una compra por internet y queremos el producto en casa ¡ya! Y si no llega al día siguiente, ya nos estamos quejando: hemos perdido la capacidad de esperar y de disfrutar también la espera como un tiempo regalado, nos dice Andrea Köhler en su popular ensayo sobre la espera publicado en 2018. Nuestros mayores, con su sabiduría propia de una vida cocinada a fuego lento, nos avisan con frecuencia: "las prisas no son buenas consejeras", "vístete despacio si tienes prisa". Pero no les hacemos caso, ni nosotros ni la sociedad. Y para cuando ya estamos exhaustos, existencial y físicamente, cuando nuestro cuerpo dice ¡basta!, y "petamos", entonces pagamos por aprender a vivir más despacio, por tener al menos una experiencia de fin de semana a fuego lento en un retiro contemplativo o espiritual. Reflexionando con calma acerca de las prisas, que en mayor o menor medida nos arrastran a todos y a todas, observo que hay al menos seis tipos de prisas posmodernas que nos afectan de modo especial e inconsciente. Mi sugerencia didáctica, a partir de la exposición de estos seis tipos de prisa, es hacerlo con un dado que vamos a llamar simpáticamente "El dado de las prisas". El objetivo de este juego consiste en identificar estos tipos o manifestaciones de las prisas en nuestras vidas, compartirlo con los demás, y también reflexionar acerca de algunas ideas o claves para que dichas prisas afecten lo menos posible a nuestro disfrute de la vida, al logro sereno y eficaz de nuestros objetivos, y a nuestro buen vivir y bienestar en general. La dinámica incluye el marco teórico de las seis prisas de la modernidad, así como las fichas recortables del juego "El dado de las prisas", para poder facilitarla con éxito en grupos y ámbitos formativos.
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