Tomo el Rey a su hija en sus brazos y le dio un beso en la frente.
La lagrima del padre emocionado rodo por su mejilla hasta caer en el rostro de la recién nacida niña. En ese momento un mágico resplandor envolvió la niña por completo. El rey la elevo sobre si y el fulgor que de la niña irradiaba ilumino toda la alcoba.
Y dijo el Rey:
-Tu llegada ilumina nuestro palacio, mientras brilles en Los Pilares del Cielo; alumbraras con tu resplandor a la noche más oscura.
"Eres luz y luz darás. Por tanto: Hija mía: Luz de Lunha ... tu nombre será"
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