Y los zombies heredarán la tierra

El mordisco de un caminante no se parece al de un animal salvaje. Un caminante clava sus dientes, apresando, y luego desgarra con furia lo que tenga entre ellos. En su salvaje instinto de supervivencia no hay lugar para algo así como el respeto a su presa, porque estando muerto no hay lugar para el respeto.En esta novela, la trama de acción se entrelaza con la trama emocional de personajes profundos y detallados que enganchan al lector a medida que se degradan, página a página, mediante descripciones que lo trasladan a un mundo en el que las relaciones son tan duras como el propio apocalipsis que han vivido.Antes de adquirirla (notas para la lectura): Antes de adquirirla, tenga en cuenta que esta novela no es sencilla de leer, es densa y podría no interesarle o peor, aburrirle. Presenta un número inusualmente alto de personajes basados en perfiles psicológicos para los que se han empleado eneagramas y otras técnicas relacionadas. El objetivo ha sido mostrar una gama amplia de adaptación al apocalipsis. Las descripciones pueden ser lentas y a su vez complementarse a través de los diálogos de los personajes. Adicionalmente, hay múltiples detalles técnicos que al lector avanzado de ciencia ficción pueden atraer pero al lector medio dejar indiferente.Carlos Jaureguízar es doctor en economía aplicada y autor de dos libros de economía y uno de poesía. Nacido en Madrid en 1967, se educó rodeado de la biblioteca de ciencia ficción en español más completa que existe.Con esta novela, inicia su recorrido en el género fantástico después de cinco años de documentación e intenso trabajo en los perfiles de los personajes.