Om Yo, Santo Domingo y una gota de llanto más.
Me atrevÃ, me volvà y me volveré a atrever. Con decenas de errores ortográficos. En unas confundiendo la g con la q y en muchas más la q con la g, pero me atrevÃ. Exponiéndome a la crÃtica de muchos y a la condena de la real academia, pero me atrevÃ. Desafiante, decidida e irreverente, pero sabiendo que el mensaje de este libro, ese sà está claro, más claro que el agua. En un vocabulario sencillo, sin grandes protocolos. Que tanto lo entenderá el más letrado como el menos letrado, el más rico como el más pobre. La historia de una mujer que segada por su amor patrio no le abrÃa sus ojos ni su corazón a ningún paÃs que no fuera el de ella, mas la vida le guardaba una gran sorpresa.
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