El buen ordenamiento de la familia

El buen ordenamiento de la familia
Isaac Ambrose Vivimos en una época en donde el desprecio hacia la familia es palpable. Tenemos por un lado a un modelo de esposo más afeminado, más violento, más sumido en perversiones para complacer sus concupiscencias. Tenemos también a una esposa más masculinizada, más volátil, más insumisa, y más centrada en sí misma. Tenemos, además, hijos pendencieros, rebeldes, desobedientes a los padres, irrespetuosos con sus mayores y sus gobernantes. Y, asimismo, las constantes quejas, pleitos, riñas, menosprecios, etc., entre los jefes y empleados, es la noticia de cada día. Y si la familia está tan trastornada en nuestra época, no es de sorprendernos de que cómo está yendo la sociedad cada vez más a su ruina. Y debido a todo esto anterior, este tipo de material sobre la familia se hace sumamente necesario. La sabiduría puritana bíblica sobre temas prácticos no deja de asombrar. Y este pequeño manual sobre los deberes familiares no es la excepción. En este se nos hace conscientes de la variedad de nuestros deberes para con nuestras relaciones según nuestra condición que Dios mismo nos exige; somos despertados y exhortados a cumplirlos con toda seriedad y alegremente; y somos reprendidos y amonestados por nuestra negligencia de ellos, llamándonos a arrepentirnos. Y expone todo esto de una manera bíblica sorprendente. Y al enviarla al mundo no podemos más que rogar que el Señor la bendiga y la utilice para beneficio y provecho de Su pueblo, pues aquellos que obedecen a Dios en cumplir con sus deberes familiares, no pueden más que crear en sus familias un pequeño cielo en este lado de la eternidad. Y también para el bien de nuestra sociedad, pues es sabido que familias arruinadas crean sociedades débiles e inestables; y familias bien ordenadas, no pueden más que crear sociedades fuertes y estables.